martes, 6 de marzo de 2012

Fimosis



"Esta noche amiga mía, que el alcohol nos ha embriagado
no me importa que se rían, y nos llamen los Checos
cada cual tiene sus penas y nosotros las tenemos
esta noche beberemos porque ya no volveremos a vernos mas..."

"Andrés Calamaro"


Estamos sentados en un banco del barrio donde vivo, todas las putas noches igual, ya no sé ni en que día estamos, el tiempo pasa tan deprisa... Somos dos, en otra época habríamos unos siete u ocho como mínimo, pero ahora solo nosotros. Los demás han desertado hacia otro sitio, algunos se han dejado las drogas a las que siempre estaban aferrados y que tantos llantos y lamentos han causado, otros se han convertido en una de las cosas que más odio "los canis" y otros sin embargo nunca estuvieron. Empieza  hacer frío pero nos da igual, que es el frío comparado con estar un rato con los colegas de siempre. Mi amigo dice que nos quedamos los mejores, si pero a qué precio, ya no tenemos la misma frescura que teníamos al principio, eso es verdad, pero supongo que la gente madura y quiere hacer otras cosas. Recordamos los buenos momentos, los momentos en los que todos nos reíamos y teníamos algo en común, aunque bueno los que marcan son los malos, peleas entre nosotros hubo muchas y no todas de ellas acabaron muy bien. Es ya madrugada y el viento agita con fuerza las ramas de los arboles donde nos encontramos produciendo un sonido ensordecedor. En el banco hemos visto pasar a miles de personas, todas ellas ajenas a quienes éramos. Al cabo de las horas la droga va disminuyendo su efecto en mi mente y la noche se vuelve más larga y pesada, ya no queda nada que recordar, mi amigo se levanta y me dice que es hora de irse, mañana tiene muchas cosas que hacer. yo con suerte pillare el ordenador encendido, por que como dice Robe: Joder, que guarrada sin ti. Mañana será otro día, otra mierda de día.

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